Cafés históricos en la CDMX

El café se consume en la mayoría de las naciones del mundo, pero en nuestra nación este ritual tiene una personalidad distinta. México es un maestro en el consumo de este líquido negro, y además produce algunos de los tipos de café arábigo más conocidos del mundo.

El contenido de una taza importa, pero elegir el lugar para beberlo es, sin duda, un aspecto crucial de la experiencia. Afortunadamente, hay muchos lugares que explorar en el centro de Ciudad de México, ya sea por la arquitectura, el paisaje o la historia. En esta última categoría hay varias posibilidades fantásticas que nos permiten viajar atrás en el tiempo mientras sostenemos una copa. 

Además, no importa si no vive en la CDMX, solo tiene que adquirir sus boletos en cualquier terminal de autobuses de su ciudad con destino a la central del norte de la CDMX, y de ahí tomar un taxi o el transporte público a alguna de las cafeterías que a continuación le vamos a mencionar:

Gran Hotel de la CDMX

Todo en el Gran Hotel tiene el espíritu "art nouveau" necesario para comprender cómo eran la arquitectura y el diseño en épocas anteriores, desde su imponente entrada hasta la vidriera Tiffany que cubre el techo, pasando por la araña Luis XV que cuelga del techo. 

Sugerimos subir a la terraza de la azotea para tomar un café y degustar finos platos mexicanos mientras se contemplan las vistas del Palacio Nacional y el Zócalo.

El Popular

Ni siquiera hace falta entrar en este café para dejarse seducir por las numerosas bandejas de pan dulce que se amontonan en la vitrina de la puerta. Ha sido una parada obligatoria al pasear por el centro desde que abrió en 1948 con el nombre de Cafetería China.

Este se centra en ofrecer interminables tazas de café con leche y desayunos, comidas y cenas sin parar. Además, atrae a mucha gente a la hora de comer los fines de semana.

Café La Blanca

Este restaurante lleva funcionando desde 1915, y se puede pedir cualquier comida del menú en cualquier momento. Además, el mobiliario y la decoración del establecimiento reflejan el paso del tiempo y aportan un toque de tradición a su carácter. La carta se decanta por la cocina mexicana tradicional y casera. Para terminar, no puede faltar una taza del tradicional café con leche.

Churrería El Moro

En 1935, un modesto carrito de churros en el Zócalo se convirtió en uno de los lugares más concurridos de la ciudad. Es tan tradicional que famosos como Octavio Paz y Carlos Fuentes se han sentado en sus mesas para saborear churros recién hechos, espolvoreados con azúcar y servidos con café o chocolate caliente. A pesar de que hoy en día El Moro cuenta con varios locales, la ubicación original no tiene comparación.

Café de Tacuba

Un destino imprescindible para turistas y residentes de la ciudad que vienen en busca de nostalgia. Esta cafetería, que hace las veces de restaurante, le transporta en el tiempo hasta el siglo XVII. La sala está adornada con enormes cuadros y se encuentra dentro de un palacio colonial. Las bandejas con cafés lácteos y pan dulce pasan por encima de las cabezas de los clientes del lado opuesto al entrar y salir.

Regiones cafetaleras en México

Veracruz

Veracruz es un estado largo y estrecho que abraza el Golfo de México. Puede alegrarse de que, en el siglo XVIII, fuera el primer estado mexicano en tener un cafeto plantado en su suelo.

Los mejores cafés de Veracruz se cultivan en las tierras altas, puesto que los granos se describen como frutos rojos, caramelo, arándanos, dulce de panela, y son delicados, de acidez brillante y muy jugosos, con un persistente residuo agridulce.

Veracruz es el estado con mayor sofisticación tecnológica de los tres, ya que cuenta con más tipos resistentes a enfermedades y siembra regulada. Algunos productores se preocupan por espaciar equitativamente sus cafetos a no más de 5,000 por hectárea, a una distancia de un metro.

Chiapas

Los mejores cafés de este estado crecen entre los 130 y los 1.700 metros sobre el nivel del mar, justo donde hace frontera con Guatemala. El 40% de todo el café que se produce en México se produce en Chiapas, lo que lo convierte en el estado con mayores niveles de producción.

Este el hogar de muchos indígenas mexicanos, aunque también es el estado más pobre de México.

Chiapas y Veracruz se diferencian por su situación geográfica y su terruño, ya que las plantaciones tienen una similitud en cuanto a manejo y variedades. No obstante, se detectan aromas de amargo, frutos secos, chocolate, cítricos y limón, además de un cuerpo sustancioso y duradero.

Oaxaca

La parte baja de Veracruz y el alta de Chiapas rodean Oaxaca, que tiene forma de rompecabezas, mientras que el océano Pacífico está al oeste. Sus cafetales suelen estar situados entre los 900 y los 1.650 metros sobre el nivel del mar.

A pesar de ser la menos avanzada tecnológicamente de las tres principales regiones cafeteras de México, los cafés de Oaxaca son únicos y tienen una gran demanda. Suelen ser dulces, con toques de caramelo, aromas de fruta amarilla, textura cremosa, acidez anaranjada y matices florales.

Muchos agricultores prefieren las técnicas agrícolas tradicionales a las modernas y rehúyen la modernización. Hay granjas que siguen funcionando igual que en los años 40 y que tienen 80 años. El 70% de las variaciones son especialidades locales.